DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO

DOMINGO, 11 DE FEBRERO

DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO

PAPA FRANCISCO: Jesús nos anuncia que Dios no es una idea o una doctrina abstracta, sino que Dios es Aquel que se “contamina” con nuestra humanidad herida y que no teme entrar en contacto con nuestras heridas. Pero, padre, ¿qué está diciendo? ¿Que Dios se contamina? No lo digo yo, lo ha dicho san Pablo: se ha hecho pecado (cf. 2 Cor 5,21). Él que no es pecador, que no puede pecar, se ha hecho pecado. Mira cómo se ha contaminado Dios para acercarse a nosotros, para tener compasión y para hacer comprender su ternura. Cercanía, compasión y ternura.

LECTURAS DEL DÍA: (Lev 13, 1-2.44-46; Sal 31, 1b-2.5.11; 1Cor 10, 31 – 11, 1; Mc 1, 40-45).

SEÑOR JESÚS, cuanto me gustaría escucharte decir “Quiero” … Es expresión de tu firme voluntad de limpiarnos y curarnos de tantas lepras como a veces tenemos. Ante tanto amor, empeño y fidelidad hacia nosotros solo me cabe decirte “gracias” con todo el corazón. QDOB.

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REFLEXIÓN – Domingo 6º del Tiempo Ordinario. B 11 de febrero de 2024

LEPROSO E INTEGRADO  

 “El que haya sido declarado enfermo de lepra, andará harapiento y despeinado, con la barba rapada y gritando: ¡Impuro, impuro! Mientras dure la afección, seguirá impuro; vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento” (Lev 13,1-2,44-46). Esa prescripción intentaba preservar al pueblo del contagio de la lepra. Para ello obligaba al enfermo a vivir en solitario, lejos de la familia y de toda la comunidad.

Realidades como la pandemia nos han revelado la soledad que puede afectar a los enfermos. Muchos de ellos podrían hacer suya esta confesión de confianza que recoge el salmo responsorial: “Tú eres mi refugio; me rodeas de cantos de liberación” (Sal 31).

Acosados por tantos escándalos, nosotros deberíamos recordar la advertencia que san Pablo escribe a los fieles de la ciudad de Corinto: “Ya comáis, ya bebáis o hagáis lo que hagáis, hacedlo todo para gloria de Dios” (1 Cor 10,31).

UNA CONFESION DE FE

 El encuentro de Jesús y el leproso, que hoy se lee en el evangelio, es una catequesis que no puede dejarnos indiferentes (Mc 1,40-45). 

• En primer lugar, escuchamos la humilde súplica del enfermo. No solo reconoce su enfermedad y su lamentable situación social, sino que manifiesta su fe: “Si quieres, puedes limpiarme”. El leproso reconoce la buena voluntad y el poder de Jesús. Esa confesión puede ser la nuestra. Todos sabemos de qué manchas y llagas puede librarnos el Señor.

• En un segundo momento, vemos el gesto de Jesús. Contra todas las normas del Levítico, extiende su mano y toca al leproso. Ahora como entonces, Jesús no se mantiene a una distancia de seguridad, sino que se expone al contagio de nuestro mal. De su ejemplo, la Iglesia y cada uno de nosotros habremos de aprender a acercarnos a las personas marginadas.

• En un tercer momento, escuchamos la palabra del Señor: “Quiero, queda limpio”. Esa declaración es la manifestación de la misericordia de Dios y de la compasión de su Enviado. El Señor desea nuestra limpieza integral. Nosotros hemos de reconocer nuestra enfermedad, nuestra vulnerabilidad, nuestras manchas y manifestar nuestra confianza en él.

LOS COMPROMISOS

El texto evangélico sugiere algunas actitudes y algunos compromisos que hoy pueden afectarnos a todos nosotros.

• Este leproso ha de presentarse a los sacerdotes y cumplir el ritual establecido. No es una mera norma burocrática ni una penitencia. En realidad, es el requisito necesario para que pueda integrarse de nuevo a la sociedad y no ser rechazado.  

• Por otra parte, el que ha sido leproso ha de guardar discreción sobre lo que Jesús ha hecho con él. Se trata de preservar la libertad de Jesús para anunciar el Reino de Dios. Pero el que ha sido librado de la lepra contribuye a la difusión del mensaje del Maestro.

– Señor Jesús, el leproso había de vivir lejos de la comunidad. Pero ahora tú no puedes entrar en los poblados. Tu compasión te ha llevado a asumir su suerte. Tú te has hecho leproso por liberarnos de nuestra lepra. Excluido por integrarnos. Bendito seas, Señor. Amén.

José-Román Flecha Andrés

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DOMINGO IV DEL TIEMPO ORDINARIO

DOMINGO, 28 DE ENERO

DOMINGO IV DEL TIEMPO ORDINARIO

PAPA FRANCISCO: La enseñanza de Jesús tiene la misma autoridad de Dios que habla […] Jesús, que tiene autoridad, que atrae a las personas con su autoridad, y también el profeta que libera, el profeta prometido que es el Hijo de Dios que sana. ¿Escuchamos las palabras autorizadas de Jesús? Siempre, no os olvidéis de llevar en el bolsillo o el bolso un pequeño Evangelio, para leerlo durante el día, para escuchar la palabra autorizada de Jesús.

LECTURAS DEL DÍA: (Deut 18, 15-20; Sal 94, 1-2.6-7cd-9; 1Cor 7, 32-35; Mc 1, 21b-28).

SEÑOR JESÚS, el pecado nos retuerce y nos desfigura. El tentador, siempre al acecho, nos inclina a él. Con tu voz poderosa ahuyenta de nuestro corazón todo mal y fortalécenos para estar siempre dispuestos al bien y a la verdad. QDOB.

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REFLEXIÓN – Domingo 4º del Tiempo Ordinario. B 28 de enero de 2024

LA PRESENCIA DEL PROFETA

“Suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca, y les dirá lo que yo le mande. A quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas”. Este texto del Deuteronomio recoge una promesa que Moisés dice haber recibido del mismo Dios (Dt 18,18).

Se promete la futura presencia de un profeta semejante a Moisés, para que transmita a su pueblo la palabra de Dios. Gozará de la autoridad que el Señor ha de concederle para dirigir a su pueblo. Pero el pueblo será responsable de escuchar el mensaje del profeta. 

Tras oír esta promesa de Dios, escuchamos una advertencia que se dirige a todos nosotros: “Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: No endurezcáis vuestro corazón” (Sal 94).

Por otra parte, seguimos leyendo las reflexiones que san Pablo envía a los Corintios, referidas esta vez al significado del matrimonio cristiano (1Cor 7,32-35).

LA PALABRA Y EL SILENCIO

El evangelio nos sitúa en la sinagoga de Cafarnaúm durante la celebración del sábado. Jesús es invitado a dirigir su palabra a la comunidad. Y los fieles “se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad” (Mc 1,21-28).

Entre los asistentes había un hombre enfermo. Las gentes pensaban que la enfermedad se debía a la influencia de un espíritu malo. Como si él hubiera interiorizado aquella creencia popular,  alzó de pronto la voz y se dirigió a Jesús gritando:

– «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios». Aquella confesión de fe venía de un hombre que se suponía dominado por un mal espíritu. Sin pretenderlo, decía la verdad. Jesús era el Santo de Dios.

– «Cállate y sal de él». Esa imposición de Jesús nos recuerda que él era y es la palabra viviente de Dios. Precisamente por eso es capaz de imponer el silencio a los espíritus del mal, que se atreven a profanar un día sagrado y en un lugar dedicado a la oración.

PODER Y COMPASIÓN

Parece que el espíritu inmundo se resistió a aceptar la orden de Jesús. De hecho retorció al enfermo y, dando un grito muy fuerte, salió de él. El hecho era sorprendente. Y los presentes en la sinagoga comenzaron a intercambiar sus comentarios:

• “¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo”. Admirados por el hecho, se preguntaban si Jesús sería el profeta anunciado por Dios a Moisés. También hoy reconocer la novedad del Evangelio puede llevarnos a aceptar la fe y a tratar de comunicarla a los demás.  

• “Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen”. Jesús era más fuerte que  el mal. También hoy, los espíritus inmundos tratan de herir la dignidad humana. Pero no pueden hacer daño a quien confía en la misericordia de Dios que se ha manifestado en Jesucristo.

–  Señor Jesús, sabemos y creemos que tú eres el profeta anunciado a Moisés. También ante nuestros ojos se manifiesta cada día la belleza de tu palabra y la misericordia de tus actuaciones. No podemos seguir ignorando tu presencia, tu poder y tu compasión. Queremos prestar atención a tus gestos y a tus palabras. Amén.

José-Román Flecha Andrés

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DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO

DOMINGO, 21 DE ENERO

DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO

PAPA FRANCISCO: El pasaje evangélico de este domingo nos muestra el “paso del testigo” de Juan el Bautista a Jesús. Juan ha sido su precursor, le ha preparado el terreno y le ha preparado el camino: ahora Jesús puede iniciar su misión y anunciar la salvación ya presente: Él es la salvación. Su predicación se sintetiza en estas palabras: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en el Evangelio». Simplemente. Jesús  no usaba medias palabras. Es un mensaje que nos invita a reflexionar sobre dos temas esenciales: el tiempo y la conversión.

La salvación no es automática; la salvación es un don de amor, y como tal, ofrecido a la libertad humana. Siempre, cuando se habla de amor, se habla de libertad. Un amor sin libertad no es amor. Puede ser interés, puede ser miedo, muchas cosas. Pero el amor siempre es libre. (24-01-2021)

LECTURAS DEL DÍA: (Jonás, 3, 1-5.10; Sal 24, 4-5a.6-7cd.8-9; 1Cor 7, 29-31; Mc 1, 14-20).

SEÑOR JESÚS, en este domingo queremos darnos cuenta de la importancia y valor de tu Palabra en nuestras vidas. A dónde iremos sin Ti, que tienes palabras de vida eterna. Que, sordos para otras voces y palabras, prestemos atenta escucha a la tuya. QDOB.

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REFLEXIÓN – Domingo 3º del Tiempo Ordinario. B 21 de enero de 2024

ELECCIÓN Y ENVÍO 

“Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré” (Jon 3,1). Con estas palabras confía Dios a Jonás la misión más peligrosa que un profeta pudiera imaginar jamás.  

Nínive era la capital de un imperio que había arrasado a todos los pueblos vecinos, sembrando la destrucción y la muerte. Parecía una locura atreverse a ir a proponer allí la paz y la justicia. Así que Jonás piensa que esa es una tarea totalmente imposible.

Pero la rebeldía de Jonás no es el centro del mensaje. En este delicioso cuento se utiliza hasta la fantasía de un enorme pez que obliga al profeta a aceptar su misión. Por medio de rasgos inverosímiles, se anuncia la misericordia de Dios hacia todos los pueblos.   

Como proclama el salmo responsorial “el Señor enseña el camino a los pecadores” (Sal 24). Esa es la gran lección para el profeta Jonás y para cada uno de nosotros.

También el mensaje de Pablo a los Corintios es válido para hoy. La representación de este mundo es efímera. Así que es preciso vivir de otra manera (1 Cor 7,29-31).  

 PROPUESTA Y EXHORTACIÓN

 En el evangelio de Marcos que hoy se proclama se menciona como de paso la muerte de Juan el Bautista por orden de Herodes. El martirio de aquel profeta parece ser la señal para que Jesús regrese a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios (Mc 1,14-20).

El texto resume en cuatro frases el mensaje: “Se ha cumplido el tiempo y está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio”. Al don ha de responder la misión.

 • “Se ha cumplido el tiempo y está cerca el Reino de Dios”. Esta es la propuesta de Dios. Él es el Señor del tiempo y de la historia. Él ha decidido manifestarse en la persona de Jesús. Es la hora de aceptar el mensaje con el que anuncia y propone el señorío de Dios.

• “Convertíos y creed en el Evangelio”. Esta es la exhortación que se dirige a los hombres y la tarea que se espera de ellos. La conversión implica la fe y viceversa. Se equivoca quien dice creer en Dios, pero no quiere ajustar su conducta al proyecto divino.

LIBERTAD Y MISERICORDIA

Además, el evangelio sugiere que Jesús desea crear una comunidad. Jesús es el mensajero del Reino de Dios. En realidad él mismo se identifica con el Reino. Desde el primer momento, busca discípulos para que colaboren en su misión. Son Simón y su hermano Andrés, Santiago y su hermano Juan. El texto anota tres acciones importantes. 

• Jesús los llamó. En tiempos de Jesús, eran los discípulos los que buscaban un maestro de la Ley. En este caso Jesús es el Maestro que elige y llama a sus discípulos.

• Ellos dejaron los aperos de pesca y hasta su familia. Se fiaron de quien los llamaba. Aquellos pescadores pensaron que el futuro prometido valía más que su pasado.

• Y decidieron seguir a Jesús. Tal vez deseaban puestos importantes en el reino que se prometía. Pero seguir a Jesús constituía el centro y el sentido de su nueva vida. 

  • Señor Jesús, es evidente que tú no pretendías obligar a aquellos pescadores a dejar su profesión y su familia. Tu llamada nos indica que tu respeto a la libertad humana es tan importante como la misericordia divina que representas. En este tiempo tu Iglesia necesita pescadores humildes y generosos. Te rogamos que también hoy pases buscando y llamando a nuevos seguidores. Amén.        
    •          José-Román Flecha Andrés

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FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR

DOMINGO, 7 DE ENERO

FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR

PAPA FRANISCO: Bautismo significa “inmersión”. En el primer día de su ministerio, Jesús nos ofrece así su “manifiesto programático”. Nos dice que Él no nos salva desde lo alto, con una decisión soberana o un acto de fuerza, un decreto, no: Él nos salva viniendo a nuestro encuentro y tomando consigo nuestros pecados. Es así como Dios vence el mal del mundo: bajando, haciéndose cargo. (10-01-2021)

LECTURAS DEL DÍA: (Isa 42, 1-4.6-7; Sal 28, 1b-3ac-4.3b.9c-10; Mc 1, 7-11).

SEÑOR JESÚS, en el Jordán eres manifestado hoy como el Hijo amado de Dios en quien Él se complace. Señor, que siguiéndote a ti y dejándome modelar por ti, el Padre me reconozca también como hijo amado porque le amo y cumplo su voluntad. QDOB.

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REFLEXIÓN – Fiesta del Bautismo del Señor. B 7 de enero de 2024

EL BAUTISMO DE JESÚS 

“Así dice el Señor: Mirad a mi siervo a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu para que traiga el derecho a las naciones” (Is 42,1).

Muchos en Israel esperaban un Mesías guerrero y triunfante, que sería la gloria de su pueblo (Sal 2,9). Con frecuencia se olvidaba que había sido anunciado también como un siervo que recibía el Espíritu de Dios para traer la justicia a todos los pueblos de la tierra.

El salmo responsorial invita a todos los hijos de Dios a aclamar la gloria del nombre del Señor, cuya voz resuena en toda la creación (Sal 28).

En el discurso que Pedro pronuncia en la casa del centurión Cornelio recuerda el tiempo en que Juan predicaba el bautismo. Y evoca sobre todo la figura y la misión de Jesús, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo (Hch 10,34-38).

 EL AGUA Y EL ESPÍRITU

 En el texto evangélico de Marcos, que se proclama en esta fiesta del Bautismo de Jesús,   se contraponen la misión de Juan Bautista y la de Jesús de Nazaret (Mc 1,7-11).

• “Detrás de mí viene el que puede más que yo”. Juan anuncia con decisión al que ha de venir detrás de él. Será reconocido por la autoridad que Dios le ha conferido.

• “Yo no merezco ni agacharme para desatarle las sandalias”. Por su parte, Juan ni siquiera se considera a sí mismo digno de ofrecer al poderoso el servicio de un esclavo.

• “Yo os he bautizado con agua”. El Bautista reconoce que él no trae la salvación que su pueblo espera. No es poco el bautismo con agua que significa la conversión, pero eso es todo.

• “Él os bautizará con Espíritu Santo”. Sin embargo, el que viene detrás de Juan llegará  movido por el Espíritu de Dios y a su vez moverá a las gentes con el vendaval de Dios.

EL SIERVO Y EL REY

El paso del Jordán había significado para los hebreos, guiados por Josué, la llegada a la libertad. Y el baño en el Jordán había curado a Naamán de su lepra. Ahora, al ser bautizado por Juan en el Jordán, Jesús ve que los cielos se rasgan y ve al Espíritu, que baja sobre él como la paloma que descubrió la tierra tras del diluvio, mientras oye una voz celestial:

• “Tú eres mi hijo amado, en ti me complazco”. Ese oráculo divino identifica a Jesús con el misterioso Siervo de Dios, al que se refieren los cantos que se hallan en el libro de Isaías (Is 42,1). Jesús es el elegido y el enviado por Dios. Él es el esperado, que ha de redimir a su pueblo con la entrega de su propia vida.

• “Tú eres mi hijo amado, en ti me complazco”. La voz celestial identifica también a Jesús con el rey davídico, que era reconocido en los salmos como hijo de Dios (Sal 2,7; 89,27-28).  Él ha de anunciar muy pronto la llegada del reino de Dios y exhortar a las gentes a convertirse y a creer  en el Evangelio (Mc 1,15). 

– Señor Jesús, bautizado por Juan en las aguas del Jordán, te reconocemos como la luz que ilumina nuestro camino. Nuestra fe te acoge y te confiesa como el Salvador y el Mesías enviado por Dios. El que se ha revelado como tu Padre, nos recibe también a nosotros como hijos. Agradecemos nuestra liberación del pecado en las aguas del bautismo y queremos seguirte con fidelidad. Te alabamos, Señor, y te damos gracias. Amén.

José-Román Flecha Andrés

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FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA

DOMINGO,31 DE DICIEMBRE

FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA

PAPA FRANCISCO: En cada familia hay problemas, y a veces también se discute. “Padre, me he peleado…”; somos humanos, somos débiles, y todos tenemos a veces este hecho de que peleamos en la familia. Os diré una cosa: si nos peleamos en familia, que no termine el día sin hacer las paces. “Sí, he discutido», pero antes de que termine el día, haz las paces. Y sabes ¿por qué? Porque la guerra fría del día siguiente es muy peligrosa. No ayuda. Y luego, en la familia hay tres palabras, tres palabras que hay que custodiar siempre: “Permiso”, “gracias”, “perdón”. en cada familia hay problemas, y a veces también se discute. “Padre, me he peleado…”; somos humanos, somos débiles, y todos tenemos a veces este hecho de que peleamos en la familia. Os diré una cosa: si nos peleamos en familia, que no termine el día sin hacer las paces. “Sí, he discutido», pero antes de que termine el día, haz las paces. Y sabes ¿por qué? Porque la guerra fría del día siguiente es muy peligrosa. No ayuda. Y luego, en la familia hay tres palabras, tres palabras que hay que custodiar siempre: “Permiso”, “gracias”, “perdón”. (27-12-2020)

LECTURAS DEL DÍA: (Ecle 3, 2-6.12-14; Sal 127, 1-5; Col 3, 12-21; Lc 2, 22-40)

SEÑOR JESÚS, Dios Padre tuvo a bien que nacieras y crecieras en el seno de la Sagrada Familia, par que en ella vivieras en un ambiente de amor, trabajo y alegría. Jesús, te pido por mi familia, para que en ella reine tu Amor. QDOB.

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REFLEXIÓN – La Sagrada Familia. B 31 de diciembre de 2023

UN MODELO DE FAMILIA

 En la celebración de la fiesta de la Sagrada Familia, el Sirácida incluye una serie de verdades que no puede ignorar la persona que cree en el Dios de la vida. De hecho, dice que “a quien honra a su padre y a su madre Dios lo escucha” (Eclo 3,2-6.12-14).

A esa lectura, la asamblea litúrgica responde con una bienaventuranza que proclama el salmo: “Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos” (Sal 127). 

San Pablo exhorta a los Colosenses a cultivar virtudes imprescindibles como la bondad, la humildad, la mansedumbre y la paciencia. Todas ellas se resumen en el amor, que es el vínculo de la caridad perfecta. Al final, el Apóstol añade unos oportunos consejos para regular las relaciones entre todos los miembros de la familia (Col 3,12-21).

Si la  familia era una bendición en el pueblo de Israel, la comunidad cristiana ve en la familia de Nazaret un ejemplo y un estímulo para vivir con  responsabilidad ese don de Dios.

LA LEY Y EL ESPÍRITU

 Al recordar la presentación de Jesús en el templo, el evangelio repite una y otra vez la alusión a la Ley. Y con la  misma insistencia anota la presencia del Espíritu (Lc 2,22-40).

Al cumplir las normas de la Ley, José y María perciben que el Espíritu va dirigiendo los hechos. Inspirado por él, Simeón reconoce en el Niño al Mesías del Señor. Es más, proclama que ha de ser la gloria de su pueblo y la luz para los pueblos paganos.

 El evangelio subraya, además, el asombro con el que José y María escuchan aquella profecía. Ese dato no es insignificante. Es cierto que los padres de Jesús han escuchado y acogido una llamada que venía de Dios y la han seguido con fidelidad.

Pero José y María habían de prestar atención al proyecto de Dios sobre aquel niño. Un proyecto que les viene revelado por la boca de un hombre en el espacio privilegiado del templo. La familia de Nazaret ha tenido su origen en una vocación divina. Pero ha de reconocer su misión, que les llega manifestada a través de una voz humana.  

SABIDURÍA Y GRACIA

Tras escuchar las palabras de Simeón y de Ana, la anciana profetisa, José y María regresan a su ciudad de Nazaret. El texto evangélico anota que “el niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él” (Lc 2,40).

• El crecimiento de un niño es natural. Parece garantizado por el tiempo. Pero requiere el esfuerzo y el cuidado de toda la familia. La salud integral de la persona siempre está amenazada. Por eso exige una atenta vigilancia y continuos y afectuosos cuidados.

• El texto alude también a la sabiduría, que no puede reducirse al aprendizaje de técnicas, por necesarias que sean. En la familia se enseñan y se testimonian cada día los valores que verdaderamente valen en la vida de la persona.

• Además, el texto alude a la gracia de Dios. La sociedad secularizada tiende hoy a ignorar este dato. Pero la familia creyente ha de cultivar el terreno para que en su seno esa gracia de Dios produzca los frutos de las virtudes.

  • Dios y Padre nuestro, en la familia de Nazaret tú nos has mostrado un precioso modelo de vida. Que tu Espíritu ayude a nuestras familias a agradecer tus dones y a vivir siempre en el amor que los hace florecer en buenas obras. Amén.
    •               José-Román Flecha Andrés

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DOMINGO III DE ADVIENTO

DOMINGO, 17 DE DICIEMBRE

DOMINGO III DE ADVIENTO

PAPA FRANCISCO: Juan el Bautista recorrió un largo caminopara llegar a testimoniar a Jesús. El camino de la alegría no es fácil, no es un paseo. Se necesita trabajo para estar siempre en la alegría. Juan dejó todo, desde joven, para poner a Dios en primer lugar, para escuchar con todo su corazón y con todas sus fuerzas la Palabra. Juan se retiró al desierto, despojándose de todo lo superfluo, para ser más libre de seguir el viento del Espíritu Santo. Cierto, algunos rasgos de su personalidad son únicos, irrepetibles, no se pueden proponer a todos. Pero su testimonio es paradigmático para todo aquel que quiera buscar el sentido de su propia vida y encontrar la verdadera alegría. De manera especial, el Bautista es un modelo para cuantos están llamados en la Iglesia a anunciar a Cristo a los demás: pueden hacerlo solo despegándose de sí mismos y de la mundanidad, no atrayendo a las personas hacia sí sino orientándolas hacia Jesús.

LECTURAS DEL DÍA: (Isa 61, 1-2a.10-11; Sal Lc 1, 46b-50.53-54; 1Tes 5, 16-24; Jn 1, 6-8.19-28).

SEÑOR JESÚS, muchos pensaban que san Juan Bautista era el Mesías, pero él, además de negarlo rotundamente, anunció que eras Tú al que estaban esperando. Y humildemente reconoció que no era nada en comparación contigo. Jesús, te pido perdón porque, como bien sabes, a veces me dejo llevar por la vanagloria, dando así un pésimo testimonio de Ti. QDOB.

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REFLEXIÓN – Domingo 3º de Adviento. B 17 de diciembre de 2023

UNA VOZ EN EL DESIERTO 

 “Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios” (Is 61,10). El tercer domingo de Adviento está siempre marcado por  el signo de la alegría. El profeta proclama que Dios le ha puesto un traje de salvación y lo ha envuelto con manto de justicia. Con esas prendas se siente tan feliz como un  novio que se prepara para celebrar su boda.   

Pero su alegría  no es solamente individual. Con una imagen muy sugerente, afirma él que, al igual que un jardín hace brotar sus semillas, así también el Señor hará brotar la justicia ante todos los pueblos.

Durante el tiempo de Adviento acompañamos a María en su estado de buena esperanza. En lugar del salmo responsorial, se recita hoy el canto con el que ella celebra el haber sido elegida por Dios: “Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava” (Lc 1,46-48).  

San Pablo exhorta a los fieles de Tesalónica a vivir una alegría que nace de la oración y en ella se manifiesta: “Estad siempre alegres. Sed constantes en orar” (1Tes 5,16).  

LA LUZ Y LA VOZ

 El evangelio de este domingo tercero del Adviento nos ofrece dos sugerentes imágenes que resumen el espíritu y la  misión de Juan el Bautista.

• “No era él la luz, sino testigo de la luz”. Los profetas habían vivido tiempos de oscuridad, anhelando la llegada de la luz.  Juan había sido llamado y enviado a anunciar la aparición de la luz y para ser testigo de su resplandor. Ser testigos de la luz había de ser también la señal y la vocación de los que aceptaran al Mesías.  

• “Yo soy la voz que grita en el desierto”. Los hebreos que tuvieron la fortuna de regresar a Jerusalén tras el exilio en Babilonia, fueron exhortados a preparar en el desierto un camino al Señor. Juan se presenta ante su pueblo con la humildad de quien solo quiere ser una voz que en el desierto trata de preparar el camino del Mesías.      

Damos gracias a Dios porque, a lo largo de los siglos, muchos han seguido el ejemplo de  Juan. También en este momento de la historia abundan los profetas que anuncian el evangelio y nos ayudan a descubrir la acción de Dios en  nuestra sociedad.  

LA PRESENCIA

En la predicación de Juan el Bautista sobresale la insistencia en anunciar la presencia del Mesías, que pasa inadvertida para las gentes de su pueblo.

• “En medio de vosotros hay uno que no conocéis”. La primera parte de la frase era muy importante. Aquel era el momento decisivo para descubrir que había llegado el tiempo mesiánico tan esperado. En medio de las gentes estaba ya el Mesías prometido.

• “En medio de vosotros hay uno que no conocéis”. Muchas personas esperaban un mesias poderoso y triunfador. No estaban preparadas para reconocerlo como era en realidad. No recordaban que algún profeta lo anunciaba también como un perseguido y humillado.      

• “En medio de vosotros hay uno que no conocéis”. Pero aquella palabra de Juan el Bautista había de ser escuchada en todo tiempo y lugar. También hoy ocurre muchas veces que ignoramos el sentido de la salvación y la presencia del Salvador.

 – Señor Jesús, san Gregorio Nacianceno predicaba que Juan era una lámpara, pero tú eras la luz. Juan era la voz, pero tú eras la Palabra. Juan era el amigo, pero tú eras el esposo. Ayúdanos a reconocerte entre nosotros y a escuchar tu mensaje.

José-Román Flecha Andrés

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DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO

DOMINGO, 10 DE DICIEMBRE

DOMINGO II DE ADVIENTO

PAPA FRANCISCO: El Salvador que esperamos es capaz de transformar nuestra vida con su gracia, con la fuerza del Espíritu Santo, con la fuerza del amor. En efecto, el Espíritu Santo infunde en nuestros corazones el amor de Dios, fuente inagotable de purificación, de vida nueva y de libertad. La Virgen María vivió en plenitud esta realidad, dejándose «bautizar» por el Espíritu Santo que la inundó de su poder. Que Ella, que preparó la venida del Cristo con la totalidad de su existencia, nos ayude a seguir su ejemplo y guíe nuestros pasos al encuentro con el Señor que viene. (10-12-2017)

LECTURAS DEL DÍA: (Isa 40, 1-5.9-11; Sal 84, 9-14; 2Pe 3, 8-14; Mc 1, 1-8).

SEÑOR JESÚS, san Juan Bautista fue tu gran precursor. Bautizaba con agua para limpiar el pecado del corazón de los que acudían a él. Y les anunciaba que Tú vendrías después para bautizarles con el fuego del Espíritu Santo. Así preparaba la venida de tu Reino. Jesús, ayúdame a preparar la celebración de tu nacimiento en la fiesta de Navidad. QDOB.

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REFLEXIÓN.- Segundo domingo de Adviento. B 10 de diciembre de 2023

ESPERAR LA VENIDA DEL SEÑOR

 “Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión. Alza con fuerza la voz, heraldo de Jerusalén. Álzala, no temas; di a las ciudades de Judá: aquí está vuestro Dios” (Is 40,9).  Esta exhortación se encuentra en la segunda parte del libro de Isaías. Llega el final del destierro que el pueblo ha padecido en Babilonia. Un heraldo ha de anunciarlo a las gentes.

 El centro de su mensaje es que Dios está dispuesto a renovar los gestos con los que en otro tiempo liberó a su pueblo de la esclavitud sufrida en Egipto. Su misericordia se hará muy notoria para todos. Es hora de preparar al Señor el camino del  nuevo éxodo que él quiere recorrer con los que van a retornar a su patria.

El salmo responsorial se hace eco de esa promesa de liberación. “La salvación está ya cerca de sus fieles… La justicia marchará ante él, la salvación seguirá sus pasos” (Sal 84).

La esperanza es un don de Dios. Pero nosotros hemos de responder a su iniciativa. Hemos de estar preparados para “esperar y apresurar la venida del Señor” (2 Pe,3,12).

EN EL DESIERTO

 Según el profeta, en el desierto había que preparar el camino al Señor. Según el evangelio, en el desierto se oye un grito: “Una voz grita en el desierto: Preparadle el camino al Señor, allanad sus senderos” (Mc 1,3). El desierto era antes la vía de retorno de los desterrados. El desierto es ahora el lugar donde resuena la voz de Juan el Bautista.

• “Preparar el camino al Señor”. Con demasiada frecuencia pretendemos que Dios venga a solucionar milagrosamente nuestros problemas. La voz del Bautista nos invita a hacer algo por nuestra parte. Dios está dispuesto a venir en nuestro auxilio. Pero nosotros podemos y debemos cambiar las estructuras y preparar el camino por el que ha de llegar su ayuda.

• “Allanad sus senderos”. Son muchos los que se niegan a colaborar con Dios. Unos porque niegan su existencia y otros porque desconocen su  misericordia. Es hora de pensar cómo podemos allanar los caminos para que sea perceptible su presencia. También los que decimos  creer en Dios necesitamos examinar los obstáculos que ponemos a su acción. 

No podemos excusarnos diciendo que vivimos en un desierto. Porque también en el desierto oyen voces proféticas que nos exhortan a vivir una esperanza comprometida.

DONES Y FRUTOS

Pues bien, el profeta del desierto nos sorprende también ahora por su valentía y su sobriedad, por su humildad y por su fe en el mensaje que pregona.

• “Detrás de mí viene el que puede más que yo”. Juan anuncia al que viene. No podemos caer en la desesperanza. Tenemos que escuchar las voces que anuncian la posibilidad y la llegada de la salvación y denuncian nuestra comodidad y nuestra presunción.   

• “Él os bautizará con Espíritu Santo”. Hemos sido bautizados con agua. Nuestro bautismo significa el don de la fe recibida y el compromiso de vivirla cada día. El Espíritu de Dios nos concede sus dones para que podamos anunciar su frutos. 

 – Señor Jesús, creemos que tú estás viniendo a este mundo nuestro que es el tuyo. No permitas que perdamos la luz y la fuerza de la esperanza. Necesitamos recuperar la fe y el coraje para preparar los caminos. Y estamos dispuestos a anunciar como el profeta que tú quieres encontrarte con tus hermanos, que son los nuestros. Ven, Señor Jesús.

José-Román Flecha Andrés

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DOMINGO I DE ADVIENTO

DOMINGO, 3 DE DICIEMBRE

DOMINGO I DE ADVIENTO

PAPA FRANCISCO: El Adviento es una llamada incesante a la esperanza: nos recuerda que Dios está presente en la historia para conducirla a su fin último para conducirla a su plenitud, que es el Señor, el Señor Jesucristo. Dios está presente en la historia de la humanidad, es el «Dios con nosotros», Dios no está lejos, siempre está con nosotros, hasta el punto que muchas veces llama a las puertas de nuestro corazón. Dios camina a nuestro lado para sostenernos. El Señor no nos abandona; nos acompaña en nuestros eventos existenciales para ayudarnos a descubrir el sentido del camino, el significado del cotidiano, para infundirnos valentía en las pruebas y en el dolor. En medio de las tempestades de la vida, Dios siempre nos tiende la mano y nos libra de las amenazas.

María Santísima, mujer de la espera, acompañe nuestros pasos en este nuevo año litúrgico que empezamos, y nos ayude a realizar la tarea de los discípulos de Jesús. (29-11-2020)

LECTURAS DEL DÍA: (Isa 63, 16c-17.19c; 64, 2b-7; Sal 79, 2-3.15-16.18-19; 1Cor 1, 3-9; Mc 13, 33-37).

SEÑOR JESÚS, nos animas a estar siempre preparados para tu Segunda Venida, cuando llegues en toda tu gloria y majestad para instaurar aquí tu Reino. Por eso quieres que velemos, viviendo tu Evangelio. Jesús, te lo ruego, ayúdame a seguir tu camino. QDOB.

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REFLEXIÓN – Primer domingo de Adviento. B 3 de diciembre de 2023

VIVIR EN ESPERANZA 

 “Jamás se oyó ni se escuchó ni ojo vio un Dios, fuera de ti,  que hiciera tanto por quien espera en él” (Is 64,3). El pueblo de Israel reconoce haber pecado y haber olvidado la ley de Dios. Pero sabe que Dios es misericordioso y que en él encontrará la salvación. 

Es conmovedora la confesión de su fe: “Tú sales al encuentro de quien practica con alegría la justicia y, andando en tus caminos, se acuerda de ti” (Is 64,4). A pesar de sus culpas, Israel expresa su confianza mediante una hermosa imagen: “Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú nuestro alfarero: todos somos obra de tus manos” (Is 64,7).

A esta confesión, el salmo responsorial añade una súplica en la que se recoge la esperanza de la salvación: “Señor, Dios nuestro, que brille tu rostro y nos salve” (Sal 79).

 Estas súplicas, tan apropiadas al Adviento que hoy comienza, encuentran apoyo en las palabras de San Pablo. A los que aguardan la manifestación de Jesucristo les asegura que el Señor los mantendrá firmes hasta el final (1Cor 1,7-8). Es la promesa más oportuna para los que tratamos de mantener viva la esperanza. 

ATENCIÓN Y VIGILANCIA

 A lo largo de este nuevo año litúrgico se leerá el evangelio según san Marcos. En este primer domingo del Adviento se recuerda una invitación de Jesús a mantener una esperanza despierta y vigilante (Mc 13,33-37).

• “Estad atentos y vigilad”. La prisa y la frivolidad son marcas de este tiempo. Así que este aviso tiene una palpitante actualidad. Mantenerse despiertos y prestar atención a lo que sucede siempre será una buena medida de prudencia. Pero es también un consejo necesario para tratar de ver la realidad con los ojos de la fe.

• “No sabéis cuándo es el momento”. A pesar de la obsesión por disfrutar el presente,  muchas personas viven atenazadas por el miedo al futuro. Es cierto que vamos caminando en la oscuridad, pero estamos llamados a vigilar. Cualquier momento puede ser la ocasión para descubrir la presencia del Señor en nuestra vida.   

El evangelio nos ayuda a ver estas actitudes de la atención y la vigilancia reflejadas en la parábola de los criados que aguardan el regreso de su amo.  

EL DEBER DEL PORTERO

Es importante el deber del portero. El texto evangélico se hace eco de su  misión en la última palabra de esa parábola. Con ello indica que ese era el punto central del mensaje.

• “Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el Señor de la casa”. Nuestros cálculos no son de fiar. Nuestros programas pastorales no pueden certificar el momento en que las personas y las estructuras podrán percibir la presencia del Señor.

• El Señor viene a este escenario del mundo. En realidad, está viniendo siempre. Pero nosotros vivimos distraídos, prestando solo atención a nuestros intereses y diversiones. Hemos de permanecer a la espera de la manifestación del Señor.

  • Que no nos encuentre dormidos. En su exhortación “La alegría de Evangelio”, el papa Francisco mencionaba la acedia como una de las tentaciones del evangelizador. Parece que nos hemos quedado dormidos, pero ya es hora de sacudir nuestra pereza.

 – Señor Jesús, nuestra comodidad nos lleva a caer en las tentaciones de la desesperanza y la presunción. Ayúdanos tú a mantenernos vigilantes. Queremos vivir en esperanza.

José-Román Flecha Andrés

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DOMINGO XXXIV DEL TIEMPO ORDINARIO

DOMINGO,26 DE NOVIEMBRE

DOMINGO XXXIV DEL TIEMPO ORDINARIO

PAPA FRANCISCO: «En verdad os digo que cuanto hicisteis (o no hicisteis) a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí lo hicisteis (o no lo hicisteis)» (vv. 40.45). Seremos juzgados por el amor. El juicio será por el amor. No por el sentimiento, no: por las obras, por la compasión que se hace cercanía y ayuda solícita.

¿Yo me acerco a Jesús presente en la persona de los enfermos, de los pobres, de los que sufren, de los presos, de los que tienen hambre y sed de justicia? ¿Me acerco a Jesús presente allí? Esta es la pregunta de hoy.

El Señor, pues, en el fin del mundo, pasará revista a su rebaño, y lo hará no sólodel lado del pastor, sino también del lado de las ovejas, con las que se ha identificado. Y nos preguntará: “¿Has sido un poco pastor, como yo?”. “¿Has sido pastor mío, de mí, que estaba presente en esa gente necesitada, o has sido indiferente?” (22-11-2020).

LECTURAS DEL DÍA: (Ezq 34, 11-12.15-17; Sal 22, 1b-6; 1Cor 15, 20-26.28; Mt 25, 31-46).

SEÑOR JESÚS, nos dices que cuando vengas con toda tu gloria en tu segunda Venida, expulsarás de tu Reino a aquellos que, egoístamente, no se ocuparon de los necesitados e indefensos. Jesús, ilumíname con tu Amor misericordioso, para qe siempre sepa actuar generosamente. QDOB.

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REFLEXIÓN – Domingo 34 del tiempo ordinario. A 26 de noviembre de 2023

PASTOR Y JUEZ

“Yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrío”. Así concluye el oráculo en el que el profeta Ezequiel presenta a Dios como el pastor. Él no es indiferente a la suerte de su rebaño.  Es cierto que busca y cuida atentamente a las ovejas y a las cabras. Pero también es cierto que no ignora la diferente conducta de unas y otras (Ez 34,17). 

Con el salmo responsorial recordamos una de las oraciones más queridas tanto por el pueblo de Israel como por la comunidad cristiana. La imagen del buen pastor fue reproducida con frecuencia en las catacumbas romanas. Hoy proclamamos de nuevo nuestra confianza en el Señor, que se ocupa de nosotros: “El Señor es mi pastor, nada me falta” (Sal 22,1). 

En esta fiesta de Jesucristo, Rey del Universo, leemos que san Pablo anuncia a los fieles de Corinto que Cristo ha de entregar el reino a Dios Padre, cuando haya aniquilado todo principado, poder y fuerza (1 Cor 15,20-28). 

ACOGIDA Y RECHAZO

El capítulo 25 del evangelio de Mateo contiene tres admirables textos sobre la esperanza. Tras las imágenes de las jóvenes y sus lámparas y la de los criados que reciben los talentos, en este último domingo del año litúrgico, Jesús presenta al Hijo del hombre como un rey-pastor que separa las ovejas de las cabras (Mt 25,31-46).

• A los que están a su derecha el Rey los acogerá con la amabilidad de una bendición y de una inefable promesa: “Venid, benditos de mi Padre. Heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo” (Mt 25,34).

• En cambio, a los que se encuentran a su izquierda el Rey los rechazará con la tremenda dureza que evoca la maldición: “Apartaos de mí, malditos. Id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (Mt 25,41).

EL EXAMEN FINAL

El criterio para separar a unos de los otros no es la raza o la cultura. Tampoco los distinguen su fe y sus prácticas religiosas. Creyentes y no creyentes serán examinados según el mismo protocolo, como ha escrito el papa Francisco en su exhortación sobre la santidad.  Unos y otros se dirigirán al juez con la misma pregunta que revela su asombro.

• “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos?” Esa es la pregunta de los que han entregado su tiempo y su atención a los más pobres y abandonados de la tierra. A esa pregunta responde el Rey con una revelación de su identidad y su presencia: “Lo que hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, lo hicisteis conmigo” (Mt 25,40).

• “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed… y no te asistimos?” Esa es la pregunta y la excusa de los que se han preocupado tan solo de su propia comodidad. A ellos responde el Rey con el lamento de todos los marginados por el desprecio humano: “Lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo” (Mt 25,45).

En la verdadera evaluación de la historia, el Rey-pastor nos juzgará por nuestra conducta personal e institucional, por nuestra generosidad o nuestro egoísmo. Él ya nos ha revelado las preguntas a las que todos hemos de responder en el examen final.   

  • Señor Jesús, en su carta sobre la esperanza, Benedicto XVI escribió que la meditación sobre el juicio último es una de las escuelas para aprender a vivir esa hermosa virtud teologal.  No permitas que olvidemos la tarea sobre la cual seremos examinados. Amén.
    • José-Ramón Flecha Andrés

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DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO

DOMINGO, 18 DE NOVIEMBRE

DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO

PAPA FRANCISCO: Todos hemos recibido de Dios un “patrimonio” como seres humanos, una riqueza humana, del tipo que sea. Y como discípulos de Cristo, también hemos recibido la fe, el Evangelio, el Espíritu Santo, los sacramentos, y tantas otras cosas. Estos dones hay que emplearlos para hacer el bien, el bien en esta vida, como servicio a Dios y a los hermanos. (15-11-2020)

LECTURAS DEL DÍA: (Prov 31, 10-13.19-20.30-31; Sal 127, 1-5; 1Tesl 5, 1-6; Mt 25, 14-30).

SEÑOR JESÚS, como le pasa al siervo holgazán de la parábola de los talentos, a veces nosotros también desaprovechamos los don es que nos has dado, porque, en lugar de emplearlos para hacer el bien a los demás, preferimos, cómodamente, no hacer nada. Jesús, te pido perdón por mi pereza. QDOB.

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REFLEXIÓN – Domingo 33 del tiempo ordinario. A 19 de noviembre de 2023

LA SABIDURÍA Y LOS TALENTOS

“Una mujer hacendosa, ¿Quién la hallará? Vale mucho más que las perlas… Cantadle por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en la plaza” (Pro 31,10.31). Este himno del libro de los Proverbios puede ser un canto poético a la sabiduría personificada.  Gracias a la sabiduría se mantiene en pie la familia. Si no reina la sabiduría una sociedad puede ser traicionada y vendida por los ansiosos del poder o manipulados por fuerzas secretas. 

Pero la imagen empleada por este libro bíblico contiene un hermoso elogio a la mujer hacendosa. Ella es la que sostiene su hogar con su propio trabajo. Ella atiende a su familia y encuentra tiempo y recursos para socorrer a los pobres y a los necesitados.

En el salmo responsorial se proclama dichoso al que teme al Señor y sigue sus caminos. Su mujer y sus hijos será una verdadera bendición en el hogar (Sal 127).

Por otra parte, san Pablo pide a los Tesalonicenses que vivan en la luz y estén siempre preparados para el “Día del Señor”, que llegará como un ladrón en la noche (1Tes 5,1-6).

DILIGENCIA Y PEREZA EN LA ESPERA

Tras la parábola de las diez doncellas invitadas a la boda, el evangelio según Mateo incluye la parábola de los talentos que un hombre entrega a sus siervos, con el encargo de que negocien con ellos (Mt 25,14-30).

• El primero recibe cinco talentos, se muestra diligente y efectivamente negocia con ellos y logra ganar otros cinco. Al regresar, su amo lo alaba, lo califica como un “siervo bueno y fiel”, y le promueve en su cargo.

• El segundo de los siervos recibe dos talentos. También él consigue hacer negocio y ganar otros dos. Y también el recibe las alabanzas que le dedica su amo, que le confía una importante responsabilidad.

• El tercero recibe solamente un talento. No se arriesga a negociar y entierra el talento para que nadie se lo robe. Al regreso de su amo, presume de conocerlo bien para justificar su pereza. Pero el amo lo condena por negligente y holgazán. 

ESPERANZA GOZOSA Y RESPONSABLE

Esta parábola de los talentos encierra una impresionante lección sobre la responsabilidad que exige la esperanza.   

• Es evidente que el amo tiene confianza en sus propios criados y espera de ellos que sean creativos, aunque él esté ausente. Nosotros agradecemos a Dios que nos haya confiado los hermosos tesoros de la naturaleza y de la gracia. 

• La parábola indica que la ausencia del amo no puede justificar la pereza de sus criados. Se suele decir que creer es crear. De forma semejante se puede decir que esperar es operar.  Nosotros no debemos sentirnos eximidos de luchar por el progreso de este mundo.    

• El amo alaba a los criados que se mostraron como emprendedores y les concede un premio. Nosotros sabemos que si vivimos una esperanza responsable y activa recibiremos como premio el “entrar en el gozo de nuestro Señor”.

 – Señor Jesús, en la celebración eucarística decimos que “esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo”. No permitas que esa esperanza nos incite a vivir en la cómoda ociosidad de la pereza. Que tu gracia nos ayude a vivir una esperanza gozosa y responsable. Amén.

José-Román Flecha Andrés

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